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TAL VEZ SERÁ

Poema de Thelma Fiallo Henríquez a Julia de Burgos.

Leído por Federico Cintrón Fiallo.

Para escucharlo haga clic aquí: TAL VEZ SERA

República Dominicana 25 de abril de 1965

Caamaño marchando junto al pueblo

EPISODIOS DE LAS IZQUIERDAS EN ABRIL DEL 1965

                                                                                   Por Narciso Isa Conde

(Rescatando ese legado en el proceso de construcción de lo nuevo)

Originalmente LA ACCIÓN MILITAR PARA DERROCAR EL RÉGIMEN GOLPITA DEL TRIUNVIRATO fue concebida como contragolpe de Estado: un contragolpe democrático que anulara el golpe reaccionario y sus resultados políticos.

La conspiración militar democrática entró en acción antes del día acordado, cuando uno de los grupos conspiradores fue detenido y otros, situados en cuarteles de infantería se lanzaron a la acción. Tal situación fue sorpresiva y audazmente anunciada por José Francisco Peña Gómez, con una exhortación a la movilización del pueblo a través de Radio Televisión Dominicana.

El detonante y el ascenso.

El detonante fue la acción audaz de un grupo de los sargentos y unos cuantos oficiales con el capitán Peña Taveras a la cabeza, hasta lograr el despliegue de los efectivos rebeldes de dos campamentos en las calles de Santo Domingo reclamando la destitución del Triunvirato golpista. Los sargentos tuvieron el mérito histórico de apresar a lo jefes del Estado Mayor del ejercito y desatar de la rebelión.

La intervención de las masas populares en el proceso de la lucha en las calles de Santo Domingo cambió las características originales del contragolpe y éste fue transformado en una insurrección popular, en una revolución democrática de profundo contenido social. Se conjugaron así, en las calles, el movimiento de masas y la actitud patriótica y democrática de los militares, las izquierdas y las fuerzas democrático-liberales.

Despliegue constitucionalista y bombardeos de la reacción.

El 25 de abril la ciudad amaneció ocupada por las fuerzas militares insurrectas, con grandes manifestaciones de masas en su apoyo. En el curso de la mañana se tomó el Palacio Nacional, acción donde comenzó a destacarse el coronel Caamaño, que hasta ese momento era uno de los oficiales más conocidos.

Una comisión de oficiales de aviación intentó persuadir a los dirigentes insurrectos de la conveniencia para los militares de la formación de una Junta militar, al mismo tiempo que se producía un primer ametrallamiento aéreo del Palacio Nacional y de sus zonas de viviendas aledañas, seguido dos días después de bombardeos de la Marina de Guerra desde unidades navales que se sumaron a los jefes golpistas en las proximidades del Malecón.

Durante los días 26 y 27 de abril los militares derechistas siguieron bombardeando el Palacio Nacional y los barrios de la capital. Rafael Molina Ureña (Presidente designado por las Cámaras legislativas electas en 1962) y los miembros designados de su gabinete fueron llamados a la Embajada estadounidense por el embajador Tapley Bennet, donde se les pidió rendición bajo protección militar norteamericana. Molina Ureña reaccionó con moderación, pero rechazando la propuesta estadounidense, y los oficiales presentes asumieron frente a esta oferta actitudes dignas, de rechazo vigoroso, y Caamaño, presente allí, impidió que el embajador yanqui sobrepasara los límites de la injerencia a que había llegado con sus amenazas y provocaciones. ¡Lo puso en su sitio con un “coño” realmente histórico!

Vacilaciones liberales y firmeza de los líderes militares y las izquierdas.

El grupo presente en la Embajada se dividió en dos: Molina Ureña, algunos militares y casi la totalidad de los dirigentes del PRD, incluido el Dr. Peña Gómez, buscaron asilo en embajadas latinoamericanas; los coroneles Caamaño, Montes Arache, Lora Fernández, Lachapelle, Jesús de la Rosa, Sención Silverio y otros oficiales bajaron nuevamente a las calles de la ciudad a organizar la resistencia. Las masas populares del PRD y una parte de sus dirigentes nunca se replegaron. Peña Gómez y otros, horas después, superaron la vacilación temporal y se reincorporaron. Molina Ureña renunció definitivamente a la Presidencia y dejó el vacío.

Los cuadros y militantes de las izquierdas, del PSP, el 1J4 y el MPD continuaron los combates en las calles, asediando y tomando cuarteles pequeños, orientando la lucha y denunciando las posiciones de las derechas, impulsando la ofensiva de masas alrededor del Palacio Nacional al contenido de los mensajes de Radio Televisión Dominicana antes y durante los bombardeos que finalmente la inutilizaron.

Encuentro auspicioso.

A raíz de ese confuso momento tuvo lugar un encuentro fortuito de gran trascendencia. Un equipo de jóvenes dirigentes del entonces Partido Socialista Popular avanzaron hacia el puente Duarte, donde se comenzaba a librar una batalla decisiva. El coronel Francis Caamaño, acompañado de su primo, el mayor Claudio Caamaño, venía del referido lugar y nos encontramos en la entonces avenida Félix María Ruiz.

Allí se produjo un importante intercambio entre estos dos oficiales constitucionalistas y Asdrúbal Domínguez, José Israel Cuello, Narciso Isa Conde y Carlos Dore, los que formábamos parte de la dirección estudiantil de izquierda, dirigentes de la Federación de Estudiantes Dominicanos-FED, vinculados al Grupo Fragua y al PSP, luego PCD.

Caamaño, con la determinación que lo caracterizaba, nos habló de las vacilaciones del PRD y de su decisión de marchar junto a todos(as) los que se mantenían firmes,  “aun fueran comunistas”.

Sin más preámbulo, rápidamente, se le planteo la urgencia una orientación a nombre del Comando Constitucionalista, en la que se reafirmara la lucha por el retorno de Bosch y la Constitución de 1963, se condenara el genocidio de Wessin y las fuerzas reaccionarias, se precisara que con aviones (los cuales en ese momento ametrallaban la ciudad) no se tomaban ciudades y se indicara que la infantería del enemigo que intentaba entrar a la ciudad por el puente Duarte iba a ser derrotada por la resistencia heroica del pueblo y los militares constitucionalistas.

Caamaño captó de inmediato el valor de esa orientación, autorizó la elaboración y edición de un Manifiesto con ese contenido, así como su firma y la de otros coroneles miembros del Comando Central: Héctor Lachapelle, Manuel Montes Arache, Lora Fernández, Hernando Ramírez…

El manifiesto fue redactado in sito y con el apoyo de su personal técnico, fue “tomada” la imprenta del periódico Listín Diario (situada entonces en la calle 19 de Marzo casi esquina Luperón) para imprimir una edición de 100 mil ejemplares. Su contenido además se divulgó por la Radio Constitucionalista, con lo que el liderazgo de Caamaño y el Comando Central creció en influencia.

En ese documento la comandancia se comprometía a continuar la lucha hasta la reposición de Bosch y la reimplantación de la Constitución de 1963, al mismo tiempo que precisaba orientaciones de tipo militar a la población civil en el sentido de que “con aviones no se toman ciudades, tendrá que pasar la infantería por el Puente Duarte; hasta ahora la resistencia popular se lo ha impedido y se lo seguirá impidiendo”.

En el reverso del Manifiesto podía leerse con destacados caracteres el siguiente mensaje: “Wessin es destrucción y muerte. La Constitución del 63 es democracia y vida.

Este Manifiesto selló definitivamente, desde el punto de vista propagandístico, a Caamaño como el principal dirigente de la lucha.

Ese, claro está, no fue el primer contacto de esa parte de la dirección estudiantil revolucionaria y de las izquierdas revolucionarias con Francis Caamaño y otros jefes militares constitucionalistas. El 1J4, principal fuerza militar de izquierda coordinó con él desde temprano múltiples acciones, también las demás organizaciones

Es justo decir que ya el PSP, por sugerencia del poeta Pedro Mir, ejecutada por el equipo de jóvenes universitarios, había denunciado la inminencia de esa intervención en un volante que fue editado en una pequeña imprenta clandestina.

Los días 26, 27 y 28 de abril se produjeron en las calles de Santo Domingo las batallas decisivas contra la reacción. El 27, Wessin logró pasar 23 tanques a través del Puente Duarte, pero no pudieron resistir el asedio de las masas que los abordaron. Se ganó la gran batalla del Puente Duarte, y después se tomó la Fortaleza Ozama, donde el armamento de las masas se produjo en grandes cantidades. Previamente, fueron tomados todos los cuarteles pequeños.

En la toma de la Fortaleza Ozama jugó un papel destacadísimo el 1J4 y dieron un aporte significativo los combatientes del PSP, especialmente su Comando de Dirección, situado en la calle Espaillat con la participación de Alfredo Conde Sturla, Antonio Isa Conde, Manolo González (El Gallego), Getulio de León y otros camaradas de esa organización.

La intervención yanqui.

Luego del heroico triunfo en el Puente Duarte y de la destrucción del equipo blindado de Wessin, la maquinaria represiva heredada de Trujillo había saltado hecha pedazos. Se aprestaba así el pueblo a la liquidación del último reducto de la resistencia golpista: la Base Militar de San Isidro, cuando se produjo el desembarco yanqui.

El imperialismo envió sus propias tropas a sustituir el aparato militar represivo que dejó en 1924, que Trujillo desarrolló y perfeccionó y que en ese momento había sido demolido por la acción de las masas populares y los militares constitucionalistas. En esos términos lo explicó en la dirección del PSP el poeta e historiador Pedro Mir.

Costosas fueron esas vacilaciones iniciales para el desarrollo de la insurrección, pero no tardaron en ser superadas cuando los hechos demostraron los verdaderos fines de la intervención imperialista. De todas maneras nos hicieron un daño irreparable: los gringos aprovecharon el momento para dividir la ciudad, acordonarla y rearmar a las fuerzas reaccionarias en desbandada, modificando a su favor la correlación de fuerzas.

En el orden de recuperar la línea de combate contra el invasor, el 1J4, el PSP y el MPD, por sus intensas convicciones antiimperialistas, jugaron un importante papel. Igualmente en todo el curso de la resistencia armada contra el invasor.

El PRD, por su parte, después de las vacilaciones señaladas, se incorporó con Peña Gómez a la cabeza a la resistencia antiyanqui. Bosch desde Puerto Rico se mantuvo firme.

La intervención militar yanqui, dentro de esas circunstancias, cambió decisivamente la correlación de fuerzas y posibilitó el aplastamiento de la resistencia en la Zona Norte de la Capital (a través de la llamada Operación Limpieza conducida por los coroneles Salvador Lluberes Montás y Enrique Pérez y Pérez con el apoyo gringo). Imbert Barreras estaba ya al frente del llamado Gobierno de Reconstrucción Nacional y avaló ese genocidio.

La revolución y su gobierno, presidido por Caamaño luego de la propuesta de Bosch, quedó cercada en un área pequeña de la ciudad (Zona Colonial, Ciudad Nueva, parte de Gazcue, San Carlos, San Miguel, San Antón, Borojol y parte de Villa Francisca). Allí se escenificó un hermoso ensayo de democracia tipo Comuna de París con órganos centrales de dirección, en el que las izquierdas jugaron roles relevantes; experiencia que es preciso rescatar tanto en cuanto a la recreación de una vanguardia unitaria y compartida, como en cuanto a unidad patriótica y poder popular.

La voz del pitirre

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Galería

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El caso de Puerto Rico en la CELAC

Reproducimos este documento que nos hizo llegar el Comité Amigos de Puerto Rico de México por entenderlo de mucha pertinencia (F.C.F.).

COMITÉ AMIGOS DE PUERTO RICO

 

El caso de Puerto Rico y la Confederación de Estados Latinoamericanos y Caribeños

 

Preámbulo

 

Forjar una nación no es tarea de días ni de meses. Es una obra larga y difícil. Una nación no se hace en una hora. Una nación se hace sobre sus esencias. Se funda en el crisol de su historia, amalgamando dialécticamente los perfiles que le dan personalidad propia en el interactuar consigo mismo y con otras nacionalidades forjadas y en formación.

 

Toda la historia del continente americano se aglutina en su origen en una concepción colonialista a la que ha sido necesario combatir desde los preliminares de nuestras existente repúblicas y colonias. Colonialismo imperial contra el que debemos luchar hoy con la misma pasión y voluntad de ayer.

 

Nuestra América, todavía brega por alcanzar la plena independencia y por cerrar el ciclo emancipador y el proceso histórico de su destino contra los imperios de ayer que son los mismos de hoy.

 

El proceso histórico de la emancipación de nuestra América, no estará concluido mientras subsistan en el Continente regiones sujetas a la subordinación que implica sistemas coloniales. La existencia de colonias directas o con eufemísticos nombres  constituye un verdadero peligro para la paz y la seguridad de nuestro Continente. Altera y quiebra la unidad continental. Condición básica para la efectividad política y económica del sistema interamericano.

 

Trasfondo histórico general

Como debe ser sabido por todos el proceso de la liberación de América Latina y el Caribe en el siglo XIX fue una prueba elocuente de solidaridad continental. Para ello, hombres y mujeres (Simón Bolívar, José de San Martín, Manuelita Sáenz, Antonio J.Sucre, Mercedes Barbudo, Alexander Petion, Ramón Betances, Máximo Gómez, Benito Juárez, Eugenio Ma. Hostos, Lola Rodríguez y Eloy Alfaro por mencionar algunos) de todos las naciones y pueblos que hoy configuran la vida e historia republicana de nuestra América se confundieron para liberar a nuestro Continente.

 

El 1 de enero de 1802, Haití, la máxima colonia francesa (tan importante como  era India para el imperio británico, la que surtía a casi toda Europa de azúcar y café) declaró su independencia patria. Negros libertos, esclavos y mulatos hicieron realidad con sus machetes el tríptico masónico que los republicanos franceses de la Revolución Francesa (1789) les negaron: “Libertad, Igualdad y Fraternidad” Convirtiéndose así en la “Cuna de la Independencia de América Latina y el Caribe” e inmediatamente en el bastión pro independencia del continente y el bastión anti esclavitud y anti trata negrera mundialmente.

 

Casi simultáneamente, el resto de la América española, ante la invasión y dominio imperial de la Francia napoleónica sobre España, viendo a su monarca Fernando VII encarcelado y sustituido en el trono por José Bonaparte, optaron como colonias, en la mayoría de los casos, a crear Juntas de Gobierno (vinculada a la Junta Central en España)  para administrar las colonia en espera del resultado final en la España que resistía. Las menos optaron por declarar sus ansias de independencia política y combatir por ella enfrentado en el proceso las contraofensivas de las fuerzas coloniales españolas y, no menos importante, la de amplios sectores sociales de sus respectivas jurisdicciones.

 

En Haití (Tierra de montañas en lengua taína)  – localizada en la parte este de la Antilla La Española – encontraron refugio y apoyos por igual, antiesclavistas e insurrectos independentistas latinoamericanos y caribeños, entre ellos Simón Bolívar Palacios quien había fracasado tratando de lograr la independencia de su patria.

 

El sabio y revolucionario presidente haitiano, Alexander Pation, no solo armó la nueva expedición que debía independizar a Nueva Granada, además determinó que debía ser Bolívar quien comandara la misma y que en la expedición armada fuesen oficiales haitiano veteranos triunfantes de la guerra de independencia haitiana. Ese acto solidario fue el inicio del final del imperio español en el Norte de Sur América. Una sola cosa le pidió a cambio Petion a Bolívar, que por donde fuese su espada libertaria fuera emancipando a  los esclavos. Bolívar le cumplió y además los integró a sus fuerzas militares y en sus gestas guerreras. Llevando a costeños de tierras calientes a las cumbres de los Andes y a los montañeses de las cumbres heladas a tierras calientes (áreas geográficas y climáticas desconocidas para ambos sectores) hasta lograr la independencia de lo que hoy son las repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú (Panamá era parte de Colombia).

 

Por otra parte, desde América del Sur, desde el Virreinato de Río de la Plata venía otro gran libertador, José de San Martín con sus huestes gauchas independizando al Cono Sur, estableciendo repúblicas y cediendo el poder gratuitamente en Chile hasta encontrarse en su momento con su par, Bolívar, en el alto Perú.

 

Al terminar el proceso revolucionario independentista en 1830 con la muerte de Bolívar, de aquel enorme territorio colonial que abarcaba la mitad del área sureña de Este a Oeste de lo que hoy es “territorio nacional” de Estados Unidos de América hasta Cabo de Hornos, en el Cono Sur de América, quedaron sin lograr sus respectivas independencias: Cuba y Puerto Rico. Naciones tan o más definidas que algunas de las que lograron su independencia y su Estado nacional. A algunas de ellas Bolívar y Sucre les impusieron la independencia por las armas, y otras la consiguieron sin tirar un tiro contra el imperio español, independizándose de México .

 

Trasfondo histórico independentista de Puerto Rico en el siglo XIX

 

Hay que tener presente que el Municipio de San Germán, en Puerto Rico, fue el primero que respondió al llamado independentista del Ayuntamiento de Caracas en el comienzo del siglo XIX, y dio instrucciones a su comisionado ante las Cortes Españolas, Ramón Power Girat (Vicepresidente de la Junta Central), para que transmitiera al Gobierno de la Corona de España, la determinación de Puerto Rico de reivindicar su soberanía natural, en el caso de que no prevaleciera la de Fernando VII, monarca de España secuestrado por Napoleón Bonaparte

 

Los puertorriqueños que habían contribuido a la formación y lucha de las patrias americanas, también deseaban alcanzar la misma independencia y soberanía. Desde los albores de las gestas emancipadoras en nuestra América se hacía presente las luchas independentistas en Puerto Rico vinculada con la de Nuestra América. En esa lucha independentista se destacó el puertorriqueño Antonio Valero de Bernabé, quien ocupó sitial destacado, llegando a alcanzar el rango de General y ser uno de los hombres más cercano, leales y de confianza del “Libertador” Simón Bolívar.

 

Valero – nacido en el municipio de Fajardo en el Oriente de Puerto Rico – combatió en México, Venezuela, Colombia, Perú y en Panamá.

 

En México participó junto con el Virrey español Juan O’Donojú y Agustín Iturbide en los Tratados de Córdova que dieron luz a la independencia de México. Combatió en contra de los realistas que se oponían a la independencia. El Gobierno mexicano le dio el grado de Brigadier y le otorgó la medalla Libertadores de México. Su Congreso le encargó redactar los reglamentos para el nuevo ejército mexicano. En su momento fue considerado, al igual que los dos mencionados, para ser el primer ejecutivo del ya México independiente  En desacuerdo con el rumbo político que tomó México al Iturbude hacerse emperador destruyendo la representación nacional, restableciendo la Inquisición política y religiosa y persiguiendo a los republicanos mientras halagaba a los borbonistas pidió su pasaporte para salir de México . Al preguntarle Iturbide las causas, le expreso: “que él sabía mejor que yo; que todavía existen en el continente algunos puntos hollados por la planta de nuestros comunes tiranos; que estaba decidido a salir ; y que la única recompensa que exigía por mis servicios era mi pasaporte.”  De México salió hacia Venezuela.

 

Fue Sub Jefe del Estado Mayor General del Ejército de Colombia. Jefe del Estado Mayor del Ejército de Venezuela. Secretario de Guerra y Marina de Venezuela. Jefe Militar del Istmo de Panamá y Gobernador Militar de Puerto Cabello. Y alcanzó el grado de Brigadier. Participó con el Gral. Sucre en el combate del Ayacucho. Participó junto a los cubanos Gaspar Betancourt Cisnero y José Aniceto Iznaga en los planes de liberación de Puerto Rico y Cuba. Por haber logrado la rendición del puerto-fortaleza del Callao, Perú –último bastión militar español en Sudamérica- se le conoce como el “Héroe del Callao” Consideraba que Puerto Rico independiente debía integrarse a la Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador)

 

Valero, además, fue un ilustre y poderoso hermano masón (33º). Por orden del “Libertador” Bolívar  fundó, afilió, regularizó y jurisdiccionó  las logias masónicas peruanas (diez) al Gran Oriente Colombiano. Llegó en 1825 a Lima, Perú  con poderes especiales conferidos por el Gran Oriente Nacional Colombiano con sede en Caracas. Una de las logias fundada por ´fue 1ra. Logia Ambulante Militar Nº 7. Su condición de masón le fue positiva en su estadía y trabajos previos en México con los masones O’Donojú e Iturbide. Gracias a ello recibió el apoyo de masones cubanos para fugarse de una cárcel en La Habana e integrarse inmediatamente a las fuerzas armadas del masón Bolívar

 

¡¡Sus restos yacen abonando alguna fosa común en tierra de Colombia!!

 

Apenas alcanzada la independencia patria en la mayoría de las naciones de nuestra América, apareció la Doctrina Monroe: América para los americanos”. En el mensaje que envió el presidente James Monroe al  Congreso de Estados Unidos de América (EE.UU.A.) el 2 de diciembre  de 1823. En el dejó sentado los principios de la mencionada doctrina: “la no colonización europea en América, el impedir la extensión del sistema político europeo en las naciones americanas; y la no intervención europea de ningún género  en los países de América, con el propósito de oprimirlos o controlar de otra manera su destino.

 

Planteamientos defensivos contra la Europa imperial que terminaron interpretados por ellos como América para EE.UU.A el cual era el objetivo oculto.

 

De los próceres latinoamericanos y caribeños, el puertorriqueño Dr. Ramón Emeterio Betances Alacán fue el único que en su momento le fue contestario al imperio cuando este pretendía apoderarse de todas las Antillas, con su declaración perenne: “América para los americanos, pero las Antillas para los antillanos”

 

El Congreso Anfictiónico de Panamá, instalado  en la Sala Capitular del Convento de San Francisco, el 2 de julio de 1826 y que sesionó hasta el 15 de julio del mismo año, convocado por Simón Bolívar, tenía objetivos revolucionarios, más abarcadores y justicieros. Se buscó con el Congreso crear tratados de amistad, comerciales y de defensa mutua entre las naciones latinoamericanas recién independizadas para poder enfrentar los proyecto de recolonización de América establecido en el Congreso de Viena de 1815  – el cual había reestructurado conservadora y monárquicamente a Europa luego de la derrota de Napoleón Bonaparte – y a su brazo armado: la Santa Alianza ( alianza entre el rey de Prusia, el zar de Rusia, el emperador de Austria y el rey de Francia)

 

Su gran objetivo era la creación de una democrática fraternal confederación política, económica y militar que incluyera a todas las naciones latinoamericanas que habían advenido en años previos a la independencia y soberanía

 

Para desgracia de nuestra América y de la humanidad no asistieron al Congreso todos los convocados a diferencia de otro no deseado. Asistieron los plenipotenciarios de la Gran Colombia, de Centroamérica, de Perú y de México. Faltaron por diferentes razones Brasil, Chile y Río de la Plata (Argentina). Como países observadores asistieron Gran Bretaña, EE.UU.A y los Países Bajos. EE.UU.A. no incluido por Bolívar asistió por invitación del colombiano Francisco Santander opuesto a los proyectos de Bolívar. Y el gran ausente, por exclusión fue Haití.

 

En ese momento prevaleció en la balanza los intereses de Estados sobre la solidaridad y gratitud internacional al ser excluida la “Cuna de la Independencia de América Latina y el Caribe” e incluidos en la invitación los Estados esclavistas de Brasil y EE. UU.A. ¡Tremenda ingratitud y afrenta a Haití !

 

Los plenipotenciarios en el Congreso de Panamá aprobaron cuatro tratados: De ellos los más importantes fueron el Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua y el Tratado de Convención de Contingentes.

 

En el primero se encuentran elementos políticos que aún tienen vigencia para Latinoamérica y el Caribe, y otros que posteriormente fueron  incluidos en la primera organización política de carácter y jurisdicción internacional: la Sociedad de Naciones. Sobresalen: La creación de la Confederación de Estados Americanos para la consolidación de la paz y defensa de sus derechos. La defensa de la independencia política y la integridad territorial de los confederados. La solución pacífica y obligatoria de las controversias. La violación del pacto en materia de paz o el irrespeto a las decisiones de la asamblea conlleva la expulsión del confederado. “La ciudadanía continental”. La abolición de la esclavitud. Y la democracia

 

El Tratado de Convención de Contingentes cubrió el ejército confederado (60,000)  que debían levantar los confederados, estableciendo sus respectivas cuotas a cubrir. México: 32,750; Colombia: 15,250; Centroamérica: 6,750, y Perú: 5,250. También se establecieron los lugares en donde debían estar los contingentes para poder auxiliarse mutuamente sin dejar desprotegidos sus respectivos países, así como los buques de guerra que debían aportar.

 

No se pudo realizar posteriormente en Tacubaya, México (1828) el Segundo Congreso Anfictiónico en donde se tenía que ratificar los tratados aprobados. Solo Colombia los ratificó.

 

Es importante señalar que aunque no era parte oficial para tratar en el Congreso de Panamá el tema de la independencia de Cuba y Puerto Rico estaba incluido tras bambalina. Situación en gran medida entendible por la ausencia de Haití, porque en ambas Antillas prevalecía la esclavitud, por la asistencia del indeseado (EE.UU.A.) y porque para lograr las mismas tendrían que ser por expediciones armadas.

 

Igualmente, es importante resaltar que el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826 fue el precedente, además, de la fundación de la Sociedad de Naciones, de la Organización de las Naciones Unidas de la Organización de Estados Americanos y de la recién fundada Confederación de Estado Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)

 

Lograr la independencia de Cuba y Puerto Rico mediante expediciones armadas se había considerado (y medio organizado) previo al Congreso de Panamá por la Gran Colombia comandada por Bolívar y la República Mexicana bajo la presidencia de José Miguel Fernández Félix (Guadalupe Victoria)  Ambos Jefes latinoamericanos estaban conscientes que mientras Cuba y Puerto Rico fuesen bastiones españoles las soberanías de las recientes repúblicas latinoamericanas estarían en peligro. El tiempo se ocupó de comprobar lo anterior.

 

Previamente Bolívar había reflexionado sobre Puerto Rico y Cuba. Al analizar Bolívar los problemas latinoamericanos en su célebre Carta de Jamaica (6 de septiembre de 1815) refiriéndose a Cuba y Puerto Rico expresó; “Las islas de Puerto Rico y Cuba, que, entre ambas, pueden formar una población entre 700 a 800 mil almas, son las que más tranquilamente poseen los españoles, porque están fuera de los contactos de los independentistas. ¿Más no son americanos estos insulares? ¿No son vejados? ¿No desean su bienestar?

 

Asesinados Bolívar y Sucre, muertos otros y otras de los que nos dieron patrias. América Latina convulsa internamente desde tierra azteca hasta la Patagonia. La lucha de clases y de Estados en todo su esplendor; en expansionismo imperial EE.UU.A.; Inglaterra imperial impulsando y protegiendo sus intereses comerciales, quedó en status quo por 42 largos años la condición colonial  de Puerto Rico y Cuba por negociaciones y acuerdos diplomáticos y políticos (públicos y secretos) entre España, México, EE.UU.A e Inglaterra.

 

Inspirado en la derrota que le infligieron los mexicanos al imperio francés bajo la dirección del indio de Guelatao, Benito Juárez García y cansados de esperar de España las libertades que no quería dar, el 23 de septiembre de 1868 estalló el Grito de Lares en Puerto Rico que declaró con las armas la independencia y la República de Puerto Rico, la emancipación de los esclavos y la terminación del trabajo servil agrario. Le siguió Cuba diecisiete días después con el Grito de Yara.. Son estas dos manifestaciones independentistas prueba contundente de la solidaridad continental pues en ambas participaron ciudadanos de otros países latinoamericanos y caribeños. El Jefe militar de la revolución puertorriqueña fue el venezolano Manuel Rojas y el de Cuba, el dominicano Máximo Gómez Báez.

 

Previamente, desde la ciudad de Nueva York, donde estaba exilado Betances, el 16 de julio de 1897 el Comité Revolucionario de Puerto Rico emitió  un manifiesto suscrito por su directiva. Al final terminó  llamando a los puertorriqueños y cubanos para que unidos  formaran la Confederación Antillana: “¡Cubanos y puertorriqueños!, unid vuestros esfuerzos, trabajad en concierto, somos hermanos, somos uno en la desgracia; seamos uno también  en la Revolución y en la independencia de Cuba y Puerto Rico. Así podremos formar mañana la confederación de las Antillas”.

 

Ahogada a sangre y fuego la revolución puertorriqueña, los próceres puertorriqueños, el doctor Ramón Emeterio Betances Alacán, el abogado Segundo Ruiz Belvis, el doctor José Francisco Basora y el pedagogo Eugenio María Hostos Bonilla, dedican todos sus esfuerzos a la liberación de Cuba, esperando la ayuda de la Antilla mayor después de la victoria. Para una vez independiente Puerto Rico crear la Confederación Antillana (magno proyecto de Betances, “Padre de la patria Puertorriqueña). Insurrectos puertorriqueños del Grito de Lares y el moderno arsenal principal (para armar a 15,000 independentistas, incluyendo el buque armado El Telégrafo, depositados en San Thomas, Haití y Curazao) producto de 15 años de trabajo clandestino de Betances que no llegó a tiempo a Puerto Rico engrosaron al Ejército Mambí y fortalecieron su armamento. Igualmente colaboraron para impedir la anexión (o venta de partes de sus territorios) de la República Dominicana y Haití a EE.UU.A.

 

Hostos, promueve incansablemente la independencia cubana (y con ella la de Puerto Rico) escribiendo y fundando periódicos en su extenso periplo por Centro y Sur América. El Dr. Betances, llega a ser Representante Plenipotenciario y Extraordinario de los insurrectos cubanos en toda Europa. Ruiz Belvis, muere misteriosamente en Chile, país al que fue en busca de apoyo ofrecido previamente por el político Benjamín Vicuña Mackena. Basora, crea un Comité Revolucionario en New York en apoyo a la independencia de ambas Antillas.

 

Desgastada luego de 10 años continuos de asimétricos combates se apaga el resplandor revolucionario cubano y se llega a un armisticio mediante el Pacto del Zanjón, Cuba por la mayoría de los Jefes y Oficiales cubanos. Otros Oficiales se oponen al armisticio (Protesta de Baraguá) Sobresaliendo entre ellos el cubano-venezolano Antonio Maceo Grajales y el puertorriqueño Juan Ríus Rivera quien había participado en el Grito de Lares.

 

Renace la lucha independentista en las últimas dos colonias españolas en el 1892 cuando el ilustre José Martí funda con cubanos y puertorriqueños en el exilio el Partido Revolucionario Cubano (Betances le llamaba el Partido Revolucionario Cubano y Puertorriqueño en honor a quienes lo fundaron) en la ciudad de Nueva York, EE.UU.A., para combatir por la independencia de Cuba y fomenta y auxiliar la de Puerto Rico. El ilustre puertorriqueño Sotero Figueroa pone a disposición de los independentistas su imprenta en Nueva York. En ella se publicó por años el periódico Patria. Siendo Sotero y José Martí sus co-directores.

 

A partir de ese momento, cubanos y puertorriqueños – apoyados por combatientes de casi todas las naciones libres de América – derramaron por igual sudor, lágrimas y sangre por la independencia de Cuba. Antesala de la de Puerto Rico. Uno de cada cuatro soldados mambises era puertorriqueño. La solidaridad internacional de los latinoamericanos y caribeños estaba nuevamente en todo su apogeo.

 

Martí, con su verbo y constancia logra integrar al proyecto a los Jefes militares Máximo Gómez y Antonio Maceo (veteranos de la Guerra de los 10 Años) para que comandaran la campaña militar. Llama también  al Gral. puertorriqueño Ríus Rivera, quien recogerá la bandera libertaria de Maceo cuando este cae en combate.

 

Le escribe a Betances demandando su colaboración bajo el pensamiento siguiente: “Yo sé que para usted no existe mar entre Cuba y Puerto Rico”. Betances le contesta a Martí: “Use mi nombre y llévelo hasta el mismo infierno por la independencia de Cuba y Puerto Rico.” Betances, el Decano de la independencia de Puerto Rico y Cuba, recurre a sus últimas fuerzas para dedicarse totalmente a la causa antillana en todas las formas imaginables. Hostos (uno de los 50 sabios que ha parido la humanidad) sustituye su prestigiosa cátedra en Chile (previamente había sido catedrático en Venezuela y había fundado la Escuela Normalista en República Dominicana) para fomentar la independencia antillana y se convierte en su embajador en el Cono Sur.

 

A diferencia de la Guerra de los 10 Años, en esta nueva etapa la guerra independentista (1892-1898) se extiende hasta el occidente de Cuba.

 

España, ante la eminente derrota en la Antilla mayor, presionada internacionalmente, consciente del proyecto intervencionista de EE.UU.A. en la Guerra Iberoantillana y de los reclamos libertarios puertorriqueños (levantamientos armados independentistas en los municipios de Ciales y Yauco), así como de la cercana insurrección armada en Puerto Rico con el apoyo de Cuba, opta por negociar en igualdad de condiciones con los puertorriqueños en la isla la Carta Autonómica Puertorriqueña (25 de noviembre de 1897) Usando como modelo la política de la monarquía constitucional británica. Era preferible una independencia por etapas negociada manteniendo lazos comerciales que una derrota militar sin lazos comerciales con sus ex colonias.

 

Tan eminente era la derrota militar para España que meses antes el “Titán de Bronce”, Antonio Maceo escribió: “Cuando Cuba sea libre, solicitaré  del Gobierno que se constituya, permiso  para hacer la libertad de Puerto Rico, pues no me gustaría entregar la espada dejando esclava a esa porción de América”

 

El régimen autonómico negociado con la monarquía de España era una carta constitucional que reconocía y otorgaba poderes de soberanía a Puerto Rico. Entre ellos el de negociar tratados de reciprocidad comercial, el de hacer y crear aranceles de aduana, acuñar su propia moneda, tener su propio sistema postal. Y sobre todo el reconocerle personalidad jurídica internacional a Puerto Rico. Las leyes españolas que se le aplicaran a Puerto Rico tenían que ser previa aprobación del poder legislativo puertorriqueño. Igualmente no se podía modificar la Carta Autonómica, el régimen autonómico ni las relaciones entre España y Puerto Rico sin el previo consentimiento explícito de Puerto Rico. La voluntad nacional puertorriqueña, había logrado de España en negociación bilateral el reconocimiento de su autonomía.

 

Estando cercano el triunfo militar de los antillanos, bajo la excusa baladí del hundimiento de su buque de guerra Maine en el puerto de La Habana, Cuba, EE.UU.A. interviene militarmente en la guerra existente entre España y Cuba. Invade militarmente primero a Cuba y luego a Puerto Rico (país que no estaba en beligerancia con España ni con EE.UU. A.) el 25 de julio de 1898. Previamente, en marzo de igual año, sin previo aviso y sin declaración de guerra su armada atacó terrorista y sorpresivamente en horas de la madrugada a San Juan, capital de Puerto Rico. Decenas de civiles murieron y fueron heridos.

 

La ocupación militar de EE.UU.A., a partir de la fecha indicada, se produjo sin que mediara para ello ni el consentimiento del Gobierno Autonómico de Puerto Rico, ni la solicitud de fuerza alguna – ni de dentro ni de fuera de Puerto Rico – y sin el requerimiento o el consentimiento del parlamento puertorriqueño, que era el único  cuerpo político desde el que podía partir la iniciativa para modificar el status político de Puerto Rico consignado en su constitución autonómica.

 

Eugenio Ma. Hostos Bonilla, abandona Chile y se dirige a Venezuela y Nueva York para consultar a los puertorriqueños y luego va a Washington para plantearle personalmente al Presidente de EE.UU.A., William Mckinley el caso de Puerto Rico y demandarle virilmente el reconocimiento del derecho de su nación a vivir autonómica y libremente. Pide la independencia de Puerto Rico. No se le escucha. Ante la negativa de Mckinley recurre a las autoridades norteamericanas pidiéndole que se consulte a Puerto Rico sobre su destino político. También se desoye su voz. Fue sordo el imperio ante los reclamos de democracia y libertad. Por su altivez al reclamar la independencia de su patria  McKinley calificó a Hostos como el “Arrogante Antillano.”

 

Según Hostos, la mayoría de los puertorriqueños en la isla al saber de las ofertas de libertad expresada en la Proclama del Gral. Nelson Miles, Jefe de las fuerzas militares invasoras, creyeron que EE.UU.A. le otorgaría la independencia total a Puerto Rico como estaba contemplada para Cuba. Desconocían que el cubano anexionista y ciudadano norteamericano, Tomás Estrada Palma (quien sustituyera a Martí al morir éste en Dos Ríos, Cuba), como Delegado del Partido Revolucionario Cubano había excluido a Puerto Rico en las negociaciones con los políticos estadounidense que dio lugar a la Resolución Conjunta del Congreso de EE.UU.A., donde se reconocía el derecho de Cuba a la independencia.

 

Estrada, sin vergüenza, moral ni ética alguna olvidó la tremenda solidaridad que por 30 años consecutivos existió entre los patriotas de las dos Antillas irredentas. Ignoró el propio contenido del Partido Revolucionario Cubano. Ignoró el armamento puertorriqueño entregado a Cuba insurrecta. Ignoró el trabajo diplomático y político  de Betances y Hostos en busca de la independencia de Cuba. Ignoró la sangre de cientos de puertorriqueños que regaron la tierra cubana combatiendo por su independencia.

 

Su vileza contra la libertad de Puerto Rico llegó a los extremos de inducir al imperio estadounidense para que invadiera a Puerto Rico y lo usara como botín de guerra. En un análisis político que diplomáticamente le hizo llegar a los congresistas norteamericanos les dijo: “Puerto Rico está en una condición económica floreciente mientras Cuba está en cenizas. Tiene un gran bienestar y una indemnización de guerra puede lograrse inmediatamente” (En ese momento el comercio puertorriqueño tenía 1,759,909 pesos en oro y plata como superávit)

 

Estrada, émulo de Santander, promovió y logró la intervención armada de EEUUA en la beligerancia hispano antillana. En su momento ordenó a las fuerzas militares cubanas en el Oriente de Cuba que apoyaran el desembarco de las fuerzas norteamericanas y le ayudaran en sus ataques contra las fuerzas españolas hasta la derrota final de España. Por meses impidió que le llegara al Gral. Maceo pertrechos y combatientes en el frente occidental. En gran medida la muerte del “Titán de Bronce” se debió a su sucia política.

 

El plan de Estrada y la de otros de anexionar a Cuba a EE.UU.A. siguiendo el precedente de Texas – una vez negociado el Tratado de Paz de París – se vio truncado por el general puertorriqueño Juan Ríus Rivera. Puertorriqueño que había perdido de un balazo en la Guerra de los 10 Años parte de su mano derecha. El que había sobrevivido a dos impactos de balas 7 milímetros en el, pecho de un máuser español mientras comandaba el frente occidental en sustitución de Maceo. El mismo que le contestó a un oficial español cuando este le exhortó a que se rindiera: “Mis armas solo las entrego muerto”  Con ese caudal militar y moral respaldando su persona le dijo al pueblo cubano – ya Cuba invadida y ocupada militarmente por EE.UU.A. – “Que el futuro político de Cuba se tenía que regir por la Resolución Conjunta del Congreso de EE.UU.A. y no por el Tratado de Paz de París. Ese fue el sendero que siguieron los cubanos

 

El actuar de Tomás Estrada Palma en cualquier lugar del planeta y en cualquier tiempo se llama TRAICIÓN

 

Betances no creyó en los cantos de sirena de la Proclama  del Gral. Miles. Y desde su exilio en París, Francia expresó: “ No quiero colonia ni con España ni con Estados Unidos  Deseo mi patria libre , porque sin libertad no hay vida digna ni progreso positivo”

 

El 12 de agosto de 1898, el gobierno de Washington aceptó las preposiciones de paz que a través del gobierno francés le hiciera Madrid, capital de España. La cesión de Puerto Rico (como botín de guerra)  fue una de las condiciones exigidas por el Gobierno norteamericano al español para la suspensión de las hostilidades.

 

El Tratado de paz firmado en París el 10 de diciembre de 1898, disponía que “España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico, quedando la condición política y los derechos civiles de los habitantes de la isla sujetos a lo que el Congreso norteamericano determinare.

 

España cobarde e indecorosamente violó la Carta Autonómica que meses antes había negociado con Puerto Rico. Cobarde porque con ello evitó que las flotas de guerra norteamericanas atacaran sus litorales ya que sus viejas flotas de guerra habían sido destruidas en Las Filipinas y en el Caribe por las de EE.UUA.

 

EE.UU.A. no podía ignorar la situación política de Puerto Rico porque  era conocida internacionalmente. Su propio gobierno presionó para ello. Y era por demás evidente que si la lucha entre España  – que había acordado mediante negociación con Puerto Rico la constitución autonómica, base preliminar a su total independencia – vio lesionada su situación como consecuencia de su beligerancia con EE.UU.A., el Estado vencedor (EE.UU.A.) no podía imponerle al Puerto Rico autonómico, pronto para alcanzar su independencia total, condiciones que eliminaran las conquistas políticas y económicas que ya había alcanzado luego de más de 100 años de constante lucha.

 

No obstante, EE.UU.A procedió al establecimiento de un régimen intervencionista, – primero militar y luego civil, de carácter colonial mediante la carta orgánica llamada “Ley Foraker”, aprobada en el Congreso norteamericano  para Puerto Rico, el 12 de abril de 1900 – que trajo como consecuencia la disolución total de los organismos gubernamentales autonómicos puertorriqueños.

 

Así  se cerró, al comienzo mismo del siglo XX el ciclo independentista puertorriqueño del siglo XIX que tanto aportó, directa e indirectamente, a la independencia y soberanía de muchas de las actuales repúblicas latinoamericanas y caribeñas.

 

Esas aportaciones y contribuciones de los patriotas puertorriqueños previamente expresadas, desde las militares en México (incluyendo los Estados centroamericanos que se independizaron de México), Venezuela, Colombia, Panamá, Perú, República Dominicana, Haití y Cuba; las masónicas en México, Venezuela, Colombia y Perú; las diplomáticas y políticas en Europa y el Cono Sur; las periodísticas y pedagógicas en Europa, EE.UU.A, Venezuela, República Dominicana, Perú y Chile, eran más que suficiente para que Puerto Rico hubiese sido incluido por derecho propio como miembro fundador y activo de la recién fundada Confederación de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

 

Como miembro fundador y activo, no como miembro observados, que conste. Pero nuevamente pesó más en la balanza los intereses de los Estados (no la de los pueblos) que la solidaridad internacional.

 

¡¡ Menos mal que en el coro de sordos y mudos hubo un mandatario que desentonó

mencionando la ausencia de Puerto Rico, el comandante Daniel Ortega de Nicaragua, quien honra el legado libertario del nicaragüense “General de Hombres Libres”, Augusto César Sandino ¡  ¡Gracias eternas varón¡

 

Pero hay más, muchas más aportaciones y contribuciones de los patriotas puertorriqueños a la libertad y soberanía de América que incluiremos en la continuación del presente escrito junto con los fundamentos del por qué se debió y se debe incluir con plenos poderes a Puerto Rico como miembro de la CELAC, así como los  cánceres que lleva en sus entrañas la CELAC

 

En México, D. F. a 7 de diciembre de 2011

 

 

Por la Coordinación del CAPR en D,F.

 

Comité Amigos de Puerto Rico

Jalapa 213, Col. Roma, Cuauhtémoc, D. F., México, C. P. 06700, 5574-0792, 5761-7672<comité_amigos_pr@hotmail.com>

 

 
 

 

El qué hacer puertorriqueño, elecciones 2012

¿Qué hacer en las elecciones de 2012 en Puerto Rico?  El debate sobre participar o no, nuevamente capta la atención de la izquierda puertorriqueña.  No basta con asumir una posición, que cualquiera que se asuma en el fondo lleva a entrar en el proceso electoral.  Es necesario analizarlas en su perspectiva de táctica de lucha y plantearse alternativas de trabajo unitario.  Tratar de no asumir una posición reactiva y sí una proactiva que logre romper con los esquemas organizativos que nos impone el proceso electoral en la colonia.  El el siguiente documento me integro al debate, presento los argumentos en pro y contra, y asumo posición presentando sugerencias de acción unitaria diferentes.

Leer más: El qué hacer puertorriqueño-elecciones 2012.

Teoría crítica y pedagogía crítica: orígenes, fundamentos y retos

Artículo publicado originalmente en la revista Academia I (I).

Teoría crítica y pedagogía crítica: orígenes, fundamentos y retos. Por Federico Cintrón Fiallo

Michael Moore propuesta a Ocupemos

PlazaCrítica reproduce este artículo tomado del portal de Michael Moore (http://www.michaelmoore.com/) porque constituye un documento importante para comprender el movimiento Ocupemos desde la perspectiva de los que participan en él y, a la vez, comience a cobrar forma en demandas específicas para cambiar el sistema que denuncia Ocupemos.

November 22nd, 20111:51 PM

Where Does Occupy Wall Street Go From Here?

Moore en entrevista sobre el movimiento Ocupemos

By Michael Moore

This past weekend I participated in a four-hour meeting of Occupy Wall Street activists whose job it is to come up with the vision and goals of the movement. It was attended by 40+ people and the discussion was both inspiring and invigorating. Here is what we ended up proposing as the movement’s “vision statement” to the General Assembly of Occupy Wall Street:

We Envision: [1] a truly free, democratic, and just society; [2] where we, the people, come together and solve our problems by consensus; [3] where people are encouraged to take personal and collective responsibility and participate in decision making; [4] where we learn to live in harmony and embrace principles of toleration and respect for diversity and the differing views of others; [5] where we secure the civil and human rights of all from violation by tyrannical forces and unjust governments; [6] where political and economic institutions work to benefit all, not just the privileged few; [7] where we provide full and free education to everyone, not merely to get jobs but to grow and flourish as human beings; [8] where we value human needs over monetary gain, to ensure decent standards of living without which effective democracy is impossible; [9] where we work together to protect the global environment to ensure that future generations will have safe and clean air, water and food supplies, and will be able to enjoy the beauty and bounty of nature that past generations have enjoyed.

The next step will be to develop a specific list of goals and demands. As one of the millions of people who are participating in the Occupy Wall Street movement, I would like to respectfully offer my suggestions of what we can all get behind now to wrestle the control of our country out of the hands of the 1% and place it squarely with the 99% majority.

Here is what I will propose to the General Assembly of Occupy Wall Street:

                                                                 10 Things We Want
A Proposal for Occupy Wall Street
Submitted by Michael Moore

1. Eradicate the Bush tax cuts for the rich and institute new taxes on the wealthiest Americans and on corporations, including a tax on all trading on Wall Street (where they currently pay 0%).

2. Assess a penalty tax on any corporation that moves American jobs to other countries when that company is already making profits in America. Our jobs are the most important national treasure and they cannot be removed from the country simply because someone wants to make more money.

3. Require that all Americans pay the same Social Security tax on all of their earnings (normally, the middle class pays about 6% of their income to Social Security; someone making $1 million a year pays about 0.6% (or 90% less than the average person). This law would simply make the rich pay what everyone else pays.

4. Reinstate the Glass-Steagall Act, placing serious regulations on how business is conducted by Wall Street and the banks.

5. Investigate the Crash of 2008, and bring to justice those who committed any crimes.

6. Reorder our nation’s spending priorities (including the ending of all foreign wars and their cost of over $2 billion a week). This will re-open libraries, reinstate band and art and civics classes in our schools, fix our roads and bridges and infrastructure, wire the entire country for 21st century internet, and support scientific research that improves our lives.

7. Join the rest of the free world and create a single-payer, free and universal health care system that covers all Americans all of the time.

8. Immediately reduce carbon emissions that are destroying the planet and discover ways to live without the oil that will be depleted and gone by the end of this century.

9. Require corporations with more than 10,000 employees to restructure their board of directors so that 50% of its members are elected by the company’s workers. We can never have a real democracy as long as most people have no say in what happens at the place they spend most of their time: their job. (For any U.S. businesspeople freaking out at this idea because you think workers can’t run a successful company: Germany has a law like this and it has helped to make Germany the world’s leading manufacturing exporter.)

10. We, the people, must pass three constitutional amendments that will go a long way toward fixing the core problems we now have. These include:

a) A constitutional amendment that fixes our broken electoral system by 1) completely removing campaign contributions from the political process; 2) requiring all elections to be publicly financed; 3) moving election day to the weekend to increase voter turnout; 4) making all Americans registered voters at the moment of their birth; 5) banning computerized voting and requiring that all elections take place on paper ballots.

b) A constitutional amendment declaring that corporations are not people and do not have the constitutional rights of citizens. This amendment should also state that the interests of the general public and society must always come before the interests of corporations.

c) A constitutional amendment that will act as a “second bill of rights” as proposed by President Franklin D. Roosevelt: that every American has a human right to employment, to health care, to a free and full education, to breathe clean air, drink clean water and eat safe food, and to be cared for with dignity and respect in their old age.

Let me know what you think. Occupy Wall Street enjoys the support of millions. It is a movement that cannot be stopped. Become part of it by sharing your thoughts with me or online (at OccupyWallSt.org). Get involved in (or start!) your own local Occupy movement. Make some noise. You don’t have to pitch a tent in lower Manhattan to be an Occupier. You are one just by saying you are. This movement has no singular leader or spokesperson; every participant is a leader in their neighborhood, their school, their place of work. Each of you is a spokesperson to those whom you encounter. There are no dues to pay, no permission to seek in order to create an action.

We are but ten weeks old, yet we have already changed the national conversation. This is our moment, the one we’ve been hoping for, waiting for. If it’s going to happen it has to happen now. Don’t sit this one out. This is the real deal. This is it.

Have a happy Thanksgiving!

Disertación Doctoral Federico Cintrón Fiallo

Resumen

En este trabajo se aborda el problema que, aunque ha habido un aumento en la inteligencia y las capacidades intelectuales del ser humano (Sternberg, 2003), no parece haber una correlación positiva con el comportamiento humano, las relaciones sociales y el buen uso de ellas. Actualmente, en todos los continentes, individuos inteligentes, creativos y altamente preparados académicamente actúan contrario al bien social, corruptamente y defraudando a quienes le han depositado su confianza. Además, se viven conflictos sociales de toda índole en sus manifestaciones más violentas. Ante esa situación surge la siguiente preocupación: Si la inteligencia y la creatividad no son suficientes para una conducta más humana, ¿qué es necesario en educación, para desarrollar ciudadanos que actúen por el bien común de una sociedad cada vez más democrática, libre, sin opresión, justa y en paz?

En el marco conceptual se plantea que hace falta consciencia social y, partiendo de que es así, se desarrolla una investigación que trata de contestar dos preguntas: ¿Cómo caracterizan la consciencia social profesionales que demuestran consciencia social y que se desempeñan en tareas relacionadas con la educación en Puerto Rico? y ¿Cuáles serían los componentes de una metodología que contribuya al desarrollo de consciencia social?

El estudio se desarrolla mediante dos investigaciones relacionadas pero no dependientes entre sí. Ambas con un diseño cualitativo e inductivo, pero con algunas diferencias metodológicas. Mediante la primera investigación se construyó una definición de consciencia social contextualizada cultural y profesionalmente. Como producto de ambas investigaciones se ha desarrollado una teoría crítica de la democracia, Democracia Participativa Crítica, y una teoría de instrucción, Aprendizaje Basado en Análisis Social Crítico.

Leer:

DIDÁCTICA DE LA CONSCIENCIA SOCIAL PARA LA FORMACIÓN DE CIUDADANOS DEMOCRÁTICOS EN PUERTO RICO

José Miguel Martí Nieves

LA OTRA PALOMA

Salida de la prisión
valerosa compañera
fue a integrarse a la trinchera
opuesta a la represión.
Conforme a su decisión,
previo análisis razona
consciente que si se asoma
a trampa de cazador
cual pitirre o ruiseñor
¡qué triste es una paloma!

Pro la dicha colectiva
arriesga la personal
y en ruptura con lo usual
en lo adverso la ex cautiva
eleva su frente altiva
cuando empieza amanecer
¡siendo tal ave mujer!
que sobrevuela el tormento
y recobra su contento
cantando al atardecer.

Su canción tiene la hechura
de la palabra adecuada
para el canalla estocada
y del honesto sutura.
Es canto cuya lectura
la paridad es tener
el gozo de converger
con el hombre a igual tarea
y no porque hembra sea
más triste es una mujer.

A su paso no hay centella
que altere su compostura
y prosigue en la segura
ruta que lumbre destella
emanada de la estrella.
Del pabellón que enarbola
sirviéndole de farola
cuando en gestión del deber
se va en patriótico hacer
andando de noche sola.

José Miguel Martí Nieves
Del poemario en preparación  MAS OTRAS GLOSAS

 

Encuentro

Y desde que tuve sentido
para calcular la distancia
en tiempo pasos, del camino
que produjera nuestro encuentro,
podía asegurar
que por algún lugar
equidistante, pisaba tu pie
su natural y necesario espacio.
Sabía que tu humano cuerpo
por resorte de la naturaleza
develaría en su momento dado
las formas profundas, llanas, elevadas
con que se define el contorno en ti.
Sin ver tus pechos libres del sostén
o de la feudal moda oculto
supe que no tan solo
para amamantar pendían
ya cónicos, redondos o aperados.
Te adiviné apacible
mas, no contemplativa.
Humilde si, tonta no,
inteligente, pero no arrogante
valiente, mas no vanidosa.
Pero aunque te halle,
y tú a mí no me encuentras
nunca me defraudaste.

José Miguel Martí Nieves